Qué ricura! a mi me encantan, pero en casa no hay manera de que los niños la coman, ven los arbolitos y empiezan a oirse todo tipo de exclamaciones tipo "buagggg", "ggggggrrrr", "puffff", así que esta receta es la solución a tanta onomatopeya.
O esta receta o los asesino, y como matar no está dentro de mis planes, la receta resuelve la situación (por lo menos momentáneamente).
Es sencilla de hacer y tíene truquillo para que los churumbeles crean que están comiendo otra cosa. No se trata de engañarlos (bueno, un poco sí jjjj), es más bien un "disimulo" para ir trabajando su paladar. Confío en que llegará el día en que serán ellos los que me pidan de rodillas que les prepare esos canelones tan exquisitos ¡¡que saben a carne!!
Aquí van los ingredientes:
1/2 coliflor mediana
1/2 brócoli mediano
Aceite de oliva virgen extra
1/4 taza de agua
400 gramos de tomate frito (mejor si es casero)
Placas de canelones
Para la bechamel vegana he seguido esta receta pincha aquí
y el queso fundido que he usado es vegano de Divina Teresa
Sal
El truco para darle el sabor que los despistará es 1 cuacharita y media de hierbas provenzales (yo le he puesto 2, que soy muy exagerada.)
Elaboración:
picamos la coliflor y el brócoli en una procesadora hasta dejarla bien chiquita como un grano de arroz y lo pasamos por la sartén con un poco de aceite, sal al gusto y las hierbas provenzales, le añadimos el agua y dejamos a fuego lento que se consuma el agua.
En unos 10 minutos estará lista la mezcla y le añadimos el tomate frito (casero muuucho mejor) y movemos para mezclarlo bien.
¡Pues ya tenemos listo el relleno para los canelones!
Según la pasta de canelones que hayáis comprado así habrá que hacer con ellos, seguid las instrucciones del paquete.
El siguiente paso será rellenar la pasta y disponerla en la bandeja de horno para después añadirle la bechamel, el queso por encima para que funda y meterlo en el horno durante 20 min a 180º.
¡Listo! a verle las caras a l@s comensales!!!! caras de "joe, otro invento", o la que a mi me pusieron "nosestásengañandoperoestámuyrico".
A ver que les parece!!
¡Salud!
P.D: Algo que hay que tener en cuenta es que tanto la coliflor, como el brócoli cuando pasan varios días cocinados aumentan su sabor (el saborcillo ese fermentado), así que lo suyo para no generar mucha polémica en casa es comerlo el mismo día que se prepara.
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